El sector sanitario malagueño continuó ayer movilizándose contra el plan de recortes aprobado el martes por la Junta de Andalucía y publicado ayer en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (Boja). Las concentraciones y asambleas realizadas a lo largo de la provincia mostraron una vez más el clima de descontento que, según los representantes de los principales sindicatos, continuarán a lo largo de la semana que viene. Juan Miguel Contioso, de UGT, asegura que un buen número de funcionarios se concentró ayer en las escaleras del pabellón A de Carlos Haya para mostrar su desacuerdo con la bajada de sueldo anunciada por la administración andaluza, movilización que se prolongarán el próximo lunes en Puerta Blanca y el miércoles en el Hospital Clínico.
Eugenio Pérez, secretario provincial SATSE, destacó el ambiente combativo que trabajadores y juntas de personal mostraron ayer en otra asamblea celebrada también en Carlos Haya. No obstante, Pérez anunció un encierro «seguro» para la semana que viene en el hospital de la Axarquía y otro de 24 horas «muy probable» en el de Antequera, aunque éste se concretará en la asamblea del lunes. El dirigente del SATSE también dio por hecho otro encierro en el Distrito Málaga el lunes o el martes. De lo que sí está seguro Pérez es que durante el verano las movilizaciones pueden ser más livianas, pero a partir del 1 de septiembre «toda la carne estará en el asador».
Por su parte, Rafael González, representante de CCOO, aseguró que la asamblea prevista para ayer se celebró aunque sin un acuerdo sobre los encierros anunciados.
En el caso del personal laboral del Servicio Andaluz de Salud (SAS), la Junta de Andalucía ha anunciado que reducirá las retribuciones en una cuantía equivalente a la suma de las pagas adicionales del complemento de convenio y del complemento de puesto de trabajo, correspondiente a los meses de junio y diciembre.
A PERSONAS FORMADAS EN ANDALUCÍA SE LES CIERRA LA PUERTA EN LO PÚBLICO
Con más de una veintena de años dedicada a la Medicina, Juan José Sánchez Luque, presidente del Colegio Oficial de Médicos (COM) de Málaga, asegura que el diálogo es la base para mejorar la sanidad, que debe ser redimensionada en su estructura, y dejar ser dirigida por políticos.
De todo el personal sanitario¿ cuál es el más afectado por los recortes?
Creo que nos vemos afectados todos los grupos profesionales del sector sanitario. Ahora bien, hay determinados perfiles que de verdad van a entrar en un situación que al COM de Málaga nos preocupa. Son aquellos médicos que no tienen plaza y que viven de las sustituciones. Estas personas salen al mercado laboral y van a encontrar un panorama enormemente oscuro, y lo peor es que no se ve la luz. Si no hay sustituciones estos profesionales tienen que sobrevivir también y, probablemente, esta situación los acabe llevando a hacer las maletas e irse fuera hacia otras comunidades autónomas u otros países. Eso no se puede permitir en Andalucía. Desde el Colegio de Médicos llevamos tiempo planteando el envejecimiento del sector médico y la falta de personal, en numerosas especialidades, como traumatólogos, anestesistas, cirujanos, pediatras, que ya faltan. Si aquellos que deben sustituir a los que dejan la profesión se van puede crear un desequilibrio en los próximo años difícilmente recuperable. Pero, además, son personas formadas en Andalucía, con dinero público andaluz, en universidades andaluzas y con un MIR de una especialidad en Andalucía y después de haber dedicado 10 años de su vida a formarse se les cierra la puerta en el sector público andaluz, y el sector privado no va a ser capaz de acoger a todos. Esto crea un enorme desaliento y desánimo por ver a alguien joven, hacer las maletas e irse. Apelo a que se le abra una puerta a estos profesionales.
Y la sociedad, ¿qué papel juega?
Vivimos en una sociedad medicalizada, hay problemas por los que hace décadas no se acudía al médico y ahora sí. Además, las circunstancias actuales de crisis generan problemas médicos, sobre todo, psicológicos. Hemos pasado de la medicina curativa a la preventiva, y todos hemos influido, los médicos también. Pero lo que más me preocupa de todo esto no es el copago, ni otras medidas, ni siquiera la vertiente asistencial que está asegurada; lo que me preocupa muchísimo es la investigación. Los médicos tenemos el reto de curar lo que hoy es incurable, abordar el cáncer, aquellas enfermedades para las que no hay solución, y la actual situación económica va a ralentizar enormemente los avances científicos. No podemos detenernos en investigación, es la base de la evolución médica y debe ser prioritario.
Creo que nos vemos afectados todos los grupos profesionales del sector sanitario. Ahora bien, hay determinados perfiles que de verdad van a entrar en un situación que al COM de Málaga nos preocupa. Son aquellos médicos que no tienen plaza y que viven de las sustituciones. Estas personas salen al mercado laboral y van a encontrar un panorama enormemente oscuro, y lo peor es que no se ve la luz. Si no hay sustituciones estos profesionales tienen que sobrevivir también y, probablemente, esta situación los acabe llevando a hacer las maletas e irse fuera hacia otras comunidades autónomas u otros países. Eso no se puede permitir en Andalucía. Desde el Colegio de Médicos llevamos tiempo planteando el envejecimiento del sector médico y la falta de personal, en numerosas especialidades, como traumatólogos, anestesistas, cirujanos, pediatras, que ya faltan. Si aquellos que deben sustituir a los que dejan la profesión se van puede crear un desequilibrio en los próximo años difícilmente recuperable. Pero, además, son personas formadas en Andalucía, con dinero público andaluz, en universidades andaluzas y con un MIR de una especialidad en Andalucía y después de haber dedicado 10 años de su vida a formarse se les cierra la puerta en el sector público andaluz, y el sector privado no va a ser capaz de acoger a todos. Esto crea un enorme desaliento y desánimo por ver a alguien joven, hacer las maletas e irse. Apelo a que se le abra una puerta a estos profesionales.
Y la sociedad, ¿qué papel juega?
Vivimos en una sociedad medicalizada, hay problemas por los que hace décadas no se acudía al médico y ahora sí. Además, las circunstancias actuales de crisis generan problemas médicos, sobre todo, psicológicos. Hemos pasado de la medicina curativa a la preventiva, y todos hemos influido, los médicos también. Pero lo que más me preocupa de todo esto no es el copago, ni otras medidas, ni siquiera la vertiente asistencial que está asegurada; lo que me preocupa muchísimo es la investigación. Los médicos tenemos el reto de curar lo que hoy es incurable, abordar el cáncer, aquellas enfermedades para las que no hay solución, y la actual situación económica va a ralentizar enormemente los avances científicos. No podemos detenernos en investigación, es la base de la evolución médica y debe ser prioritario.
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